El libre comercio en el mundo
El intercambio es una actividad que la humanidad practicaba hace más de 3.000 años y es también uno de los orígenes del comercio.
A lo largo de
cientos de años el comercio se ha ido transformando desde las formas más
simples de intercambio
personal hasta las modernas de intercambio mundial, desde los
primeros mercados locales hasta los actuales mercadosinternacionales.
Una
vez que alcanzó un impulso ininterrumpido, allá por el siglo XIX, el comercio
provocó enormes cambios
en la sociedad, por ejemplo: volvió insuficiente la producción
casera, lo “hecho a mano”, que durante mucho tiempo fue la manera más común de
producir lo necesario para la vida; hizo necesario crear lugares y formas de
trabajo antes no conocidas; dio origen a oficios diferentes a la agricultura, la ganadería y la guerra, que
por miles de años fueron las principales ocupaciones humanas.
El comercio
hizo aparecer las ciudades, donde prosperaron los mercados y las relaciones de
negocios; también estimuló el interés por inventar y elaborar nuevas
herramientas y máquinas, para producir más mercancías en menos tiempo y con
menos dificultad; transformó el trabajo y, con él, las relaciones entre la
gente y la relación del ser humano con la naturaleza.
Con el impulso
del comercio propiamente dicho nació lo que ahora conocemos como economía de mercado, una forma
de producción en que se elaboran grandes cantidades de mercancías que se
cambian unas por otras, o por dinero, en enormes conjuntos de consumidores a
los que llamamos mercado.
Una importante
consecuencia del gran comercio y de la economía de mercado es la
especialización del trabajo
humano. Hace ya mucho tiempo, que la mayoría de las personas no
elaboramos nuestra propia ropa ni la de la familia, no cultivamos los alimentos
que comemos, no construimos nuestra vivienda ni elaboramos las herramientas que
usamos. El intercambio ya no es un acto voluntario; todos somos parte de él
porque nadie produce por sí mismo lo indispensable para su subsistencia.
Tampoco
hay países que produzcan todo; unos elaboran unas mercancías y otros
producen otras, unos venden unos servicios y no otros, y todos se ven
precisados a intercambiar pocos o muchos de los productos básicos que necesita
su población.