El dólar y su paseo por el comercio venezolano



En centros comerciales de Caracas es posible hallar productos con precios marcados en dólares. También hay otros locales que no exhiben precios, pero al consultar el valor de un artículo la respuesta más frecuente es en moneda estadounidense.

Éste es un signo claro de que en Venezuela, el país donde se abanderaba el llamado “Socialismo del siglo XXI” y que mantuvo un control cambiario por 15 años, el dólar cada día gana más espacio.



Ante las dificultades para sostener precios en bolívares en una economía hiperinflacionaria, los billetes verdes se han convertido en una forma de protección para empresas y pequeños comerciantes. En dólares, los precios no distan mucho de una economía como la ecuatoriana. Blusas en ocho dólares, jeans en 40, zapatillas deportivas “con descuento” en 105. Con la diferencia de que el salario básico en el país caribeño, incluido un bono de alimentación, asciende a 300 000 bolívares (USD 6,4).

Los clientes tienen libertad para pagar en distintas modalidades. En bolívares, el efectivo es escaso, por lo que las opciones recurrentes son débito o pago móvil (transferencia por celular). En dólares, se reciben efectivo, tarjetas internacionales o pago por Zelle, una aplicación para hacer transferencias entre bancos de EE.UU. También se aceptan euros.

En noviembre pasado, el gobierno de Nicolás Maduro Moros, admitió su simpatía por los billetes verdes: “Ha aparecido un sector de la economía que hace sus intercambios con el dólar u otras divisas convertibles. No lo veo mal. Me declaro pecador. Es la autorregularización necesaria de una economía que se niega a rendirse”, declaró el mandatario, en una entrevista.

La “dolarización transaccional”, como la llaman economistas, abarca casi todos los sectores. Según un estudio de la consultora Ecoanalítica, de octubre pasado, en siete ciudades del país, de 12.600 transacciones, el 53,8% se realizó en la divisa de EE.UU. Los anaqueles de los supermercados exhiben precios en bolívares, pero aceptan pagos en otras divisas.

En la sucursal de una cadena de supermercados en Caracas, cerca del 80% de los clientes paga en dólares o euros, señaló la supervisora del local. Los precios en bolívares pueden cambiar “en cuestión de horas”, explicó, lo que les genera problemas con los clientes, quienes al pagar se encuentran precios distintos al del anaquel.


El desmontaje del control cambiario comenzó en 2018, con la derogación de la Ley de Ilícitos Cambiarios y un artículo de la ley del Banco Central de Venezuela, que impedía transar libremente con divisas.


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