Camilo Ibrahim Issa: Caen los incidentes con piratas en los mares a los niveles más bajos desde 1994
Los
datos recabados entre las autoridades mundiales del comercio revelan que los
actos de piratería contra
embarcaciones y los incidentes con
corsarios en el mar han caído a los
niveles más bajos en tres décadas, similares a los reportados en 1994.
La Oficina Marítima Internacional señala
que en los nueve primeros meses de 2021 se registraron 97 incidentes, con un
marino muerto y 51 secuestrados.
Claro
que la existencia de estos reportes nunca es bien vista, pero es motivo de
satisfacción que los números relacionados con estos delitos retrocedan.
Precisó
la oficina que
hasta finales de septiembre se habían contabilizado menos de 100 encuentros con
corsarios en alta mar y que en el
mes de enero un marino fue asesinado
en el golfo de Guinea durante el
asalto a un portacontenedores.
De
igual manera, detalló que tres tripulantes
resultaron heridos, dos agredidos, cinco amenazados, ocho tomados como rehenes
y 51 fueron secuestrados a lo largo de los primeros nueve meses de este año.
Según
la oficina, en 2017 hubo 121 incidentes,
en 2018 fueron 156 y en 2019 cayeron a 119. Sin embargo, en 2020, el año de la pandemia, volvieron a incrementarse
hasta 132.
Este
año, la cifra ha descendido de la barrera de los 100.
Entre
los casos, tal vez el más representativo fue el reportado el 11 de marzo, cuando
un buque de bandera maltesa que
navegaba a 210 millas náuticas de la costa de Benín, transportando productos
químicos, fue abordado por nueve piratas
armados con fusiles a AK-47. Nigeria envió una embarcación en su auxilio, pero
llegó tarde y los piratas escaparon con 15 secuestrados. Un mes más tarde, los
retenidos, de diferentes nacionalidades, fueron liberados sin que se informara
sobre el pago de un rescate.
El
golfo de Guinea es una de las zonas
más delicada a la hora de hablar de la piratería
en alta mar, incluso en tiempos de pandemia, pues allí 135 tripulantes
fueron secuestrados en las aguas en 2020, lo que representó el 95% de todos los
raptos marinos del mundo ese año y, precisamente, esta fue la ruta que debieron
utilizar muchas embarcaciones cuando el buque Ever Given encalló en el canal de Suez y bloqueó una de las
grandes arterias comerciales del mundo.
El
golfo de Guinea sigue siendo una ruta peligrosa, pero las estadísticas muestran
un descenso significativo de la piratería en
esa zona, especialmente en las costas de Nigeria.
Aunque
la piratería en
alta mar sigue siendo una amenaza para el comercio mundial,
es un dato alentador esta disminución en los percances reportados en los últimos
meses. Habrá que mantener un seguimiento para determinar si se trata de una
tendencia en favor de la seguridad para el comercio.