Camilo Ibrahim Issa: ¿Cuál es el impacto de las restricciones en el comercio internacional?
Las restricciones comerciales son
aquellas que controlan e influyen sobre el comercio internacional sobre la
mayoría de los productos que atraviesan las fronteras. Su alcance abarca desde
los aranceles hasta las acciones menos obvias y, a menudo resultan ser
complejas; en esta definición también están aquellas que tienden a ser no
arancelarias.
Los límites
pueden influir sobre el nivel y las pautas del comercio, sobre la situación
competitiva de los países. En muchos casos, sus consecuencias son importantes
tanto para los paísesexportadores como para los importadores.
Las
restricciones comerciales tienen un importante impacto sobre
los exportadores.
Plantean dificultades que afectan tanto a los exportadores de los países desarrollados como
a los que están en camino al desarrollo.
Los aranceles son
distintos para cada país y producto, y los problemas que pueden crear dependen
mucho de quién es el exportador y el importador. Es difícil afirmar que un país
en particular está mejor o peor situado al respecto. La mayoría de las naciones
se encuentran en una situación mixta, con aranceles bajos sobre algunos
productos y altos sobre otros.
Sólo un
número reducido de naciones, tanto desarrollados como en desarrollo, aplican
bajos aranceles sobre casi todos sus productos como Singapur, Hong Kong/China y
en menor medida la provincia china de Taiwán y la República de Corea. Los
aranceles son actualmente más altos en la mayoría de los territorios en económicamente
estables respecto a los de los países en vías de desarrollo.
Sin embargo,
muchos países exportadores consiguen eludir la plena aplicación de las tasas,
gracias a la aplicación de preferencias especiales a favor de determinados
países. Los miembros de grupos regionales, por ejemplo, se benefician de
excepciones dentro del mismo grupo, y algunos países conceden trato preferente
a otros con los que mantienen estrechos vínculos comerciales o políticos.
Es importante
explicar que en el lenguaje de los analistas y de los negociadores, la noción de
restricción comercial está limitada a las medidas de carácter institucional que
restringen el comercio ya sea abiertamente o, en muchos casos, de manera
encubierta. En particular, esto implica las medidas impuestas por los gobiernos
que están deliberadamente dirigidas a restringir o distorsionar la estructura
del comercio, o que lo hacen sin proponérselo.
A este tipo
pertenecen las restricciones que son objeto de negociaciones formales, como las
de la Organización
Mundial del Comercio (OMC). Estas medidas formales, de
naturaleza institucional, que al comercio, han sido tradicionalmente divididas
en dos categorías: Arancelarias y no arancelarias (a menudo llamadas obstáculos
no arancelarios). Hay, sin embargo, otras restricciones más recientes, que se
colocan en una zona gris como aquellas que tienen su origen en las
preocupaciones medioambientales. Este tipo de restricciones pueden ser
consideradas trabas al comercio más bien que barreras formales.
Dado que su impacto
real o potencial es muy similar al de las medidas formales y que en muchos
tienen la misma intención, éstas también dificultan el comercio o afectan la
competitividad de determinados países o empresas. A menudo se las considera
como obstáculos al comercio, pero en la práctica se trata de barreras
“naturales”, que son resultado de la ventaja comparativa y de las condiciones
competitivas normales.