Camilo Ibrahim Issa: El Comercio y su vida en América Latina
El aumento de la demanda
internacional de materiasprimas generada por el irresistible ascenso de China modificó los términos de intercambio y
benefició claramente a AméricaLatina.
Sin
embargo, pese a lo que sostienen las miradas más optimistas, el comercio entre el gigante asiático y América
Latina está lejos de constituir un ejemplo de cooperación Sur-Sur. Por el contrario, reproduce el
típico esquema Norte-Sur desarrollado por Gran
Bretaña durante el siglo
XIX y consolida la dependencia y la primarización de las
economías latinoamericanas. Los ejemplos de Argentina, Brasil y Chile
demuestran que las políticas económicas de
cada país pueden alterar esta situación o profundizarla.
En los últimos años, el relanzamiento de la demanda internacional,
motorizado en especial por la fuerte demanda china, contribuyó al crecimiento
de la economía latinoamericana y
a la mejora de los términos del intercambio
Esta situación suele generar grandes expectativas en la región.
Pero sus alcances deben relativizarse a la luz de ciertos factores decisivos.
En algunos países, el aumento de la demanda externa, aun cuando provocó un
incremento de las exportaciones,
no derivó en tasas de crecimiento elevadas o proporcionales a la expansión del
mercado.
Además, la mejora de los términos del intercambio, en los países
en los que se verificó, no se debe a la sustitución de importaciones primarias
por producción industrial interna,
sino a la mejora de los precios de los bienes primarios. Ese aumento determina,
a su vez, un esquema de precios relativos que promueve el sostenimiento o la
profundización de la primarización de las economías.
Latinoamérica, en mejores términos
Entre 2002 y 2005, los términos del intercambio mejoraron un 9%
para Latinoamérica, fundamentalmente por el aumento de los precios de commodities demandados por China.
Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y
Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés), los precios de los commodities
aumentaron 44,8% entre 2002 y 2005 en dólares corrientes, excluyendo el
petróleo.
Las bebidas tropicales: café, cacao y té aumentaron 42%, el arroz
50%, el poroto de soja 29%, el caucho 96% y los minerales y metales, 100%. En
ese periodo, el petróleo crudo aumentó 114%. Al mismo tiempo, los precios de
las manufacturas de los países desarrollados aumentaron 20% por debajo de los
precios citados.
Debido a esta relación de precios, los términos del intercambio de
los países exportadores especializados en productos primarios mejoraron.